Comienza un nuevo Curso de Investigación de Accidentes e Incidentes (INACCaero), título propio de formación específica de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) destinado a ofrecer los conocimientos de base necesarios para participar de forma eficiente en una investigación de un incidente o accidente aéreo, tanto en el caso de aeronaves civiles como militares. Durante las 110 horas lectivas que incluyen clases teóricas, actividades prácticas, visitas y la presentación de un proyecto final, expertos en la materia responderán a cuestiones cómo: cuál es la finalidad de la investigación, en qué normas se basa, cómo y quién la realiza, qué aspectos contempla, qué se puede obtener de ella y cómo dicha investigación puede contribuir a mejorar la seguridad aérea.
Las cifras de preinscripción de cada curso evidencian la necesidad y el interés en esta formación, única en España. En esta 10ª edición se han matriculado un total de 52 alumnos, de los que 11 lo realizarán en la modalidad presencial en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (ETSIAE) y 41 en modalidad semipresencial.
Todos ellos han recibido la primera lección del curso, con carácter magistral, a cargo de Beatriz Puente, coronel especialista en Medicina Aeroespacial, miembro de la Comisión de Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM) y del Centro de Instrucción de Medicina Aeroespacial (CIMA) y médico examinador aéreo por EASA. A través de su ponencia “La investigación del primer accidente aéreo de la historia. De Ícaro a nuestros días”, ha analizado, con los ojos y los conocimientos de un investigador actual, el accidente que este personaje de la mitología griega sufrió cuando trataba de escapar de Creta con las alas que le había construido su padre, Dédalo.
Un investigador examina los factores externos, los factores mecánicos, los factores humanos... intentando buscar la causa que desencadenó el accidente. “Pero hay que tener en cuenta que los errores en sistemas complejos, como es la aeronáutica y también la atención sanitaria, son inevitables. Culpar al piloto o al médico es una simplificación, el accidente es un error del sistema”, ha afirmado. “Porque de lo que se trata es de no tropezar dos veces con la misma piedra, más aún en ámbitos en los que las consecuencias de ese error pueden ser tan graves”, ha apostillado.
La conferenciante ha destacado el carácter multidisplinar del proceso de investigación, aspecto que se ve reflejado en el conjunto de profesionales y titulados que conforman el alumnado de INACC cada año: pilotos comerciales, ingenieros, personal de las Fuerzas Armadas y de la Policía Judicial de la Guardia Civil, abogados, psicólogos…
Por último, ha enumerado algunos de los contenidos que se impartirán durante el curso, los cuales conoce de primera mano, pues ella misma cursó esta titulación en su primera edición.
Formación avalada por las instituciones de la seguridad aérea
INACCaero cuenta con el respaldo de todas las entidades e instituciones vinculadas al ámbito de la seguridad aérea, que como muestra de su apoyo y compromiso han acompañado en la mesa presidencial de este evento a la directora del curso, Cristina Cuerno, también vocal de la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (CIAIAC). Han asistido a la inauguración de la nueva edición: Monserrat Mestres, directora de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), Julián Roldán, general presidente de la Comisión de Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares (CITAAM); Pablo Navasqüés, secretario del Instituto Iberoamericano de Derecho Aeronáutico y del Espacio y de la Aviación Comercial (IIDAEAC), Javier Fernández, secretario del Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) y Gonzalo Mejías, secretario de la Asociación Española de Pilotos (AEP).
La directora del INACCaero quiso cerrar el acto de inauguración de esta 10ª edición destacando cómo el proceso de investigación técnica de los incidentes y accidentes de aeronaves sigue estando vigente: “Durante los últimos años se ha estado viviendo un ambiente en el que pudiera haberse dado la impresión de que la investigación de accidentes, tarea de prevención reactiva, habría quedado en cierto modo anticuada en favor de metodologías más modernas como los sistemas de gestión de la seguridad operacional basados en la filosofía del Anexo 19, tareas de prevención proactivas. Nada más lejos de la realidad. Graves accidentes relativamente recientes siguen demostrando que la investigación de accidentes es una herramienta clave e insustituible en el proceso de la prevención de los futuros accidentes y para la mejora de la seguridad aérea, que es el auténtico y único leitmotiv de esta tarea de investigación”.