Nacida en Segovia, a sus 29 años acumula una carrera deportiva en el fútbol sala femenino plagada de éxitos y reconocimientos, habiendo sido elegida la mejor portera del mundo en 2017 por los UMBRO Futsal Awards. En su palmarés, Copas de España, Ligas, Supercopas y Campeonatos de Europa de Clubes. Actualmente es portera de la Agrupación Deportiva Alcorcón en la Primera División Nacional.
Acaba de finalizar el Máster Universitario en Ingeniería Aeronáutica (MUIA) en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio (ETSIAE) de Universidad Politécnica de Madrid (UPM) con un Trabajo Fin de Máster (TFM) titulado “Simulador de vuelo de la aeronave de referencia F/A-18 Hornet”. Y ya ha comenzado a trabajar para Airbus Defence and Space, como responsable del flujo de trabajo de los boletines de servicio para A330 MRTT., garantizando la planificación y el contenido técnico de los SB.
Foto: Jorge Quesada (© Quesada Photography)
Pregunta.- ¿Cómo llega el fútbol sala a tu vida?
Respuesta.- Desde pequeña, en mi casa, se veía mucho deporte, especialmente fútbol. Cuando dije a mis padres que quería jugar al fútbol me apuntaron al equipo de fútbol sala del colegio, ahí fue donde empecé. Y cuando mi vecina Elena, jugadora de fútbol sala del equipo senior del Unami CP, vio que me gustaba, animó a mis padres a que me apuntaran en las categorías inferiores del club.
P.- ¿Elegiste ser portera o fue una casualidad?
R.- Realmente me gustaba ser jugadora, pero tampoco tenía miedo a recibir balonazos. En el equipo del colegio íbamos rotando y cada partido el portero era uno. El día que me tocó a mí me dijeron que se me daba bien, y ya el primer año que iba a jugar federada mi hermano insistió en que decidiera definitivamente ser portera.
P.- ¿Estudiar el grado en ingeniería aeroespacial fue vocacional?
R.- Un poco sí, cuando era una niña recuerdo que veía los aviones y me sorprendía mucho que un aparato tan grande fuera capaz de volar. Mis padres me explicaron que los aviones eran diseñados por un tipo de ingenieros, que estudiaban para poder hacerlos volar. Desde entonces me llamó más la atención y pensé que igual yo podría ser una de ellos.
P.- ¿Cómo ha sido compaginar tus estudios de ingeniería con partidos y entrenamientos?
R.- En ocasiones ha sido complicado. Los estudios de ingeniería requieren una dedicación casi exclusiva, en el segundo curso de la carrera estuve a punto de tomar la decisión de dejar el deporte, sin embargo, con esfuerzo y organización fui capaz de compaginarlo. Mereció la pena.
En cuanto a los equipos, aunque seamos jugadoras profesionales, ellos son conscientes de que las jugadoras valoramos la formación universitaria en paralelo, por ello, proporcionan muchas ayudas para poder compaginar ambas labores.
P.- En 2017, fuiste elegida mejor portera del mundo en los UMBRO Futsal Awards, ¿qué supuso para ti este reconocimiento?
R.- Fue un momento de incredulidad completa. Ese galardón es más de lo que nunca pude soñar. A día de hoy todavía cuando lo pienso me tiemblan las piernas. Pienso que los premios individuales en un deporte colectivo no son logro de una misma, por ello, siempre estaré infinitamente agradecida a todos aquellos que me impulsaron en la consecución de este premio.
Foto: Jorge Quesada (© Quesada Photography)
P.- Ser portera en fútbol sala lleva implícito saber liderar, ¿qué otras habilidades has adquirido bajo palos que te servirán para tu futuro profesional en la ingeniería?
R.- El deporte inculca valores que, para mí, son imprescindibles para el desarrollo de una carrera profesional, y más aún en el sector de la ingeniería. Destacaría el compañerismo, el trabajo en equipo, ya que en este tipo de trabajos tienes que colaborar con muchos compañeros y cada uno, al igual que en un equipo, tiene que desempañar su papel para que todo salga bien. También hay que tener en cuenta el espíritu de superación, las ganas de mejorar, una característica intrínseca de un deportista que las empresas valoran por la competitividad existente en el mercado laboral.
P.- Tras graduarte, decidiste continuar tus estudios de máster en la ETSIAE-UPM, ¿por qué decidiste volver a confiar tu formación en esta universidad?
R.- Decidí seguir allí por la experiencia que tiene la universidad, al fin y al cabo, una gran parte del conocimiento de la aeronáutica se encuentra en la ETSIAE, por lo que es una gran fuente de aprendizaje.
P.- Cuando hablas de tus dos pasiones, ¿qué llama más la atención, que seas una ingeniera que juega al fútbol sala o como portera de futsal que te dediques profesionalmente a la aeronáutica?
R.- Sorprenden las dos a la par. En el mundo de la aeronáutica sorprende que sea jugadora y viceversa. Creo que lo que realmente llama la atención es que haya podido compaginar ambas carreras, ya que tanto en el sector de la ingeniería como en el del deporte todo el mundo sabe la dedicación que requiere cada una de estas tareas.
P.- Durante el Máster te tomaste algún curso sabático, pero nunca pensaste en dejar los estudios, ¿por qué?
R.- Para ser honesta en algún momento sí que me planteé dejarlo, pero con la ayuda de mi familia y amigos, que conseguían que pensara con la cabeza fría, fui capaz de ver que era mejor descansar y continuar que desistir, que iba a ser importante finalizarlo para mí futuro profesional, que si no lo terminara el día de mañana me iba a arrepentir.
P.- Tu Trabajo Fin de Máster ha consistido en el desarrollo de un simulador de vuelo de un F/A-18, ¿por qué elegiste esta temática?
R.- Tenía muy claro que quería un Trabajo Fin de Máster relacionado con algún campo de la aeronáutica que me gustara. La aerodinámica y la mecánica del vuelo son los dos grandes bloques por los que tengo un especial interés, los dos campos determinan el porqué y el cómo vuela una aeronave. Cuando escogí mi Trabajo Fin de Grado lo desarrollé en el campo de la aerodinámica, pero tenía una espina clavada con la mecánica del vuelo, por lo que la decisión fue relativamente fácil.
Además, sabía que este TFM me iba a acercar al día a día de un piloto y creo que a casi todos los ingenieros aeronáuticos nos gustaría sentir lo que siente un piloto cuando se pone a los mandos de una de nuestras aeronaves.
P.- ¿Qué aplicaciones e innovaciones tiene el simulador?
R.- El uso de los simuladores está muy extendido, es vital a la hora de realizar formación segura de los pilotos, por lo que cualquier simulador es el primer paso para mantener la seguridad en vuelo ya que cuanto mejor reflejen el comportamiento real de la aeronave, más fácil será para el piloto la transición al pilotaje final. Día a día, se van incluyendo realidades virtuales que simulan la cabina de un avión, de este modo los pilotos estarán cada vez mejor preparados.
P.- ¿Qué has aprendido durante su desarrollo?
R.- Lo primero a valorar la complejidad que tiene la realización de un simulador veraz y con una utilidad práctica. Por supuesto que he reforzado mi conocimiento en varios softwares de programación y simulación, una tarea que tenía pendiente desde hacía algunos años. Y, por último, citaría lo que más me llamó la atención, aprendí la enorme dificultad que conlleva pilotar un avión de combate de una forma fluida, por lo que a día de hoy valoro mucho la actuación de los pilotos en el manejo de este tipo de aeronaves.
P.- En tu palmarés deportivo tienes la Liga, la Copa y la Supercopa de España y también el Campeonato de Europa de Clubes, se podría decir que has llegado muy alto, ¿qué metas quieres alcanzar en el ámbito de la ingeniería?
R.- Aunque ya llevo unos años trabajando me quedan muchos años de vida laboral, por lo tanto, por ahora me centro en ir aprendiendo día a día. Un avión es una máquina muy compleja así que conocerla bien requiere muchos años de experiencia.
Si tuviera que poner un objetivo, diría que me gustaría mucho llegar a tener un conocimiento completo de las aeronaves y sus sistemas, tanto en su arquitectura como en su funcionamiento.
P.- Hay pocas chicas jugando al fútbol sala y también pocas jóvenes estudiando ingeniería aeroespacial, ¿has experimentado algún inconveniente por ser ambientes con menor presencia femenina?
R.- En el mundo de la ingeniería no, los compañeros y compañeras durante la carrera nunca me han puesto ningún inconveniente, al contrario, he conocido a gente fantástica. En cuanto a las empresas del sector, creo que tienen muy interiorizado el tema de la igualdad de género y las brechas que hubiera en el pasado o se han solventado o se están solventando.
En el deporte, por desgracia el escalón es más alto y más complicado de superar. Día a día se va trabajando para seguir creciendo, pero la profesionalización real sigue siendo complicada para una mayoría de las jugadoras de primera división.
P.- ¿Crees que hacen falta más referentes femeninos para que las niñas se interesen por las carreras STEM?
R.- Sí, al fin y al cabo, si cuando eres niña ves a una mujer liderando el sector creo que te vas a sentir más identificada y habrá más posibilidades de que escojas ese tipo de carrera profesional. Todavía son pocos los referentes femeninos en este tipo de carreras y habrá que seguir creciendo en esa parte, pero aún así, creo que lo más importante es dar visibilidad a todas aquellas mujeres que son referentes a día de hoy. En España, y más concretamente en el sector de la aeronáutica, tenemos a grandes pioneras y en mi opinión, el primer paso es que la gente las conozca.
Foto: Jorge Quesada (© Quesada Photography)